Blog Paleobull
Chía, bayas de Goji, kale, té matcha, espirulina, reishi… Antes de enumerar un montón de alimentos exóticos con propiedades para aumentar tu salud, tu energía o tu libido, te aclaramos que los verdaderos superalimentos, los que debes incluir en primer lugar en tu dieta y que de verdad producirán un efecto real en tu salud, son las frutas y verduras.
La tradicional creencia de que el desayuno es la comida más importante del día y no podemos saltárnoslo ha quedado obsoleta, más aún si tenemos la costumbre de desayunar cosas dulces o cereales azucarados, en cuyo caso casi sería mejor no desayunar. Hábitos como el ayuno intermitente también le han quitado importancia, al menos, a la hora a la que desayunamos.
Si lo piensas, tu mente es parecida a un ordenador. Ambos se utilizan para almacenar y procesar información, y para ejecutar tareas. Pero a veces el disco duro se llena, es decir, nuestra memoria, y el ordenador va lento (te cuesta concentrarte y rendir). Por suerte, tu cerebro tiene una tecnología mucho más avanzada que la de un ordenador y además es adaptativo, plástico, puedes potenciar y mejorar su capacidad y rendimiento cognitivo.
Cuidar la salud de tus huesos es fundamental por muchos motivos, no solo para tener una buena postura y evitar fragilidad y roturas en el futuro, sino porque nuestros huesos son los que nos permiten movernos, protegen nuestros órganos internos y almacenan vitaminas y minerales fundamentales para la salud, como el calcio. Una buena salud ósea nos protegerá también de sufrir futuras artritis y artrosis, y nos hará sentir más fuertes cuando seamos mayores. Un dato: a los 30 años llegamos al pico más alto de densidad mineral ósea (DMO) y, a partir de ahí, empieza a descender.
De la salud de nuestra microbiota depende no sólo nuestra salud intestinal sino la inmunológica y hasta la mental. Y es que nuestra flora intestinal está considerada nuestro segundo cerebro: lo que comes puede alimentar a las bacterias «buenas» de tu intestino, promoviendo una buena salud y un estado de ánimo positivo; o a las «malas», causándote déficits nutricionales, molestias digestivas y estrés crónico. Hasta la depresión y las enfermedades neurodegenerativas se han relacionado ya con una microbiota desequilibrada.